¿El agua dura está arruinando tu vida?

¿El agua dura está arruinando tu vida?

Primero que nada, ¿qué es el agua dura? 🤔

El agua dura es aquella que contiene altos niveles de minerales disueltos, principalmente calcio y magnesio.

Uno de los efectos más comunes del agua dura es la formación de sarro. Cuando el agua dura se calienta o se evapora, deja depósitos minerales conocidos como cal. Estos se acumulan en tuberías, calentadores de agua, hervidores, cafeteras y otros electrodomésticos que usan agua caliente. El sarro restringe el flujo de agua, reduce la eficiencia de los aparatos y obliga a realizar limpiezas y mantenimientos frecuentes.

Otro efecto del agua dura es la formación de residuos de jabón. El agua dura reacciona con el jabón formando una película pegajosa llamada “scum” o restos de jabón. Esta se adhiere a bañeras, paredes de ducha, lavabos y otras superficies. Es difícil de quitar y a menudo requiere productos de limpieza más fuertes. Además, dificulta la creación de espuma con el jabón y el champú, lo que provoca un mayor consumo de agua y productos.

El agua dura también puede reducir la presión del agua. Los depósitos minerales se acumulan dentro de las tuberías, disminuyendo su diámetro y bloqueando el flujo. Con el tiempo, esto reduce la presión en grifos, duchas y demás instalaciones de fontanería.

Los electrodomésticos que utilizan agua, como lavadoras, lavavajillas y cafeteras, también sufren una pérdida de eficiencia debido al agua dura. Los depósitos de cal obstruyen las tuberías y los elementos calefactores, haciendo que los aparatos trabajen más y consuman más energía. Esto puede traducirse en facturas más altas y una vida útil más corta de los electrodomésticos.

Además, si notas que tu piel y tu cabello están resecos, esto también puede estar relacionado con el agua dura, ya que elimina los aceites naturales, dejándolos apagados y sin brillo. Incluso puede causar irritación en personas con piel sensible. Los residuos de jabón y champú que deja el agua dura dificultan un enjuague completo, acentuando todavía más el efecto de sequedad.

Por último, si tu factura del agua ha aumentado demasiado, puede ser por el exceso de consumo. El agua dura hace más difícil generar espuma con jabón y champú, lo que lleva a duchas más largas y al uso de mayores cantidades de productos.


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